|
|
El valle del Gévalo se presenta al atónito visitante como una sorprendente alfombra floral formada tanto por vegetación mediterránea (madroños, encinas, quejigos, robles) como atlántica (abedulares, tejos, acebos, etc.)
La acción de los humanos sobre el paisaje ha originado bellos rincones que resultan un placer descubrir por el visitante atento a nuevas sensaciones.
|
|
Situado en territorio altojareño, y ocupando un gran espinazo dentro de la comarca de la Jara, en el extremo más occidental de los Montes de Toledo, aparece bordeado al norte por las sierras del Hermo, del Puerto, de la Nava y de Picaza, y al sur por las de Viezo, Sevilleja y de la Hiruela, el Valle del Gévalo, formado por el río que le da nombre, y que caracteriza el paisaje.
Depresión intramontañosa de fondo pizarroso, que transcurre entre los 750 m y los 1380 m. de altura en sus vigorosas cumbres.
Río Gévalo
|
 |
La jara (Cistus ladanifer), que da nombre a la comarca en la que se enclava el Valle, puebla las laderas de estos montes, llenos de vegetación en forma de rodales o de campos salpicados de pies arbóreos. El profundo surco originado por el río está cubierto en gran parte por matorral o monte. Por otro lado se da un paisaje de planicies pedregosas puestas en cultivo, donde aparecen aquí y allá encinas y quejigos, alcornoques, madroños y brezos. |
|
 |
Los valores medios de pluviosidad, y la
humedad ambiental, permiten en las laderas
montunas, la existencia de vegetación densa,
tanto del valioso monte mediterráneo natural,
(encinas, quejigos, alcornoques, madroños,
brezos), como rodales de considerable
extensión de vegetación con fuertes
características de atlanticidad, como pueden
ser, abedules, tejos, robles, castaños, loros,
etc. |

Madroño
|

Roble
|
Encina
|

Brezo
|

Quejigo
|
Alcornoque |
|
El clima húmedo y riguroso del valle, con una temperatura media anual inferior a los 14º y un duro invierno, además de las altas precipitaciones, propician que una densa vegetación de marcado carácter atlántico. Asociados a esta rica vegetación aparece un
amplio abanico de especies de fauna de
carácter mediterráneo, destacando los
ciervos, jabalíes, corzos, con
aprovechamiento cinegético, y otras especies
como buitre negro, águila real, alimoche,
rabilargos, ginetas, nutrias,etc, que dan idea
de la riqueza natural del valle.
Especialmente interesante es una especie que puebla la zona de la Microrreserva, el loro (Prunus lusitanica), resto de la vegetación montana tropical existente durante el Terciario que se presenta en rodales (‘loreras’) más o menos extensos o individualmente, en el fondo de la garganta, cerca del cauce o sobre las pedreras adyacentes. Existen unos 150 ejemplares catalogados, razón por la que está catalogada como especie protegida.
|
|
|
|
|